En Santiago, Chile, un hecho desconcertante sacudió a la comunidad cuando un recolector de basura se topó con una maleta abandonada que ocultaba un secreto macabro.
Dentro de ella se encontraba el cuerpo de una mujer, transportado por su amiga en un pacto peculiar de «amor hasta la muerte», como lo describe la BBC.
Este descubrimiento desencadenó una serie de investigaciones policiales que arrojaron luz sobre una relación inusual entre las dos mujeres, que vestían como monjas a pesar de no tener afiliación religiosa oficial.
El recolector de basura fue el primero en descubrir la maleta, pero al percatarse del contenido, decidió dejarla atrás. Posteriormente, la policía se encargó del hallazgo y comenzó a indagar en el misterio que rodeaba a la maleta y su perturbador contenido.
Las mujeres involucradas, identificadas como Lorenza Patricia Ramírez Barrera, de 80 años, y su amiga, habían entablado una relación que las llevó a llevar una vida de laicas consagradas, aunque no estaban afiliadas a ninguna orden religiosa oficial.
Las autoridades descubrieron que Ramírez había mantenido el cuerpo de su amiga en su hogar durante aproximadamente un año, cumpliendo así un pacto de cuidado mutuo que habían acordado para evitar ser separadas incluso en la muerte.
Sin embargo, un giro inesperado se produjo cuando Ramírez decidió abandonar la maleta, lo que llevó a una nueva fase en la investigación. La policía presume que la hija de Ramírez pudo haber influido en esta decisión, aunque el caso aún está bajo escrutinio.
A pesar del misterio inicial que rodeaba el descubrimiento de la maleta, las autoridades determinaron que el cuerpo de la mujer fallecida no mostraba signos de violencia, lo que llevó a la conclusión de que su muerte fue natural y que no hubo intervención de terceros.
Este trágico episodio arroja luz sobre una relación poco convencional y plantea interrogantes sobre la complejidad de los lazos humanos y las decisiones que pueden tomar en situaciones extremas.