Durante la pandemia de COVID-19, la ansiedad y la depresión aumentaron globalmente según un informe de la OMS, debido al estrés sin precedentes causado por el aislamiento social y las preocupaciones económicas.
Irene Ampuero, psicóloga, explica que el diagnóstico de depresión requiere al menos cinco síntomas durante dos semanas, como sentimientos de inutilidad y cambios en el apetito.
A nivel neuroquímico, la depresión está vinculada a la disminución de neurotransmisores clave como la serotonina y la dopamina, afectando el estado de ánimo y la cognición.
Estudios sugieren una asociación entre la depresión y la reducción de la materia blanca en el cerebro, que interrumpe la comunicación entre áreas cerebrales. Además, reconocer los síntomas y buscar ayuda profesional es fundamental para el tratamiento efectivo de la depresión.
Es esencial diferenciar la depresión de otras enfermedades que pueden imitarla, como los trastornos de la tiroides o la diabetes. Identificar correctamente la causa de los síntomas es crucial para un tratamiento eficaz.
Por otro lado, es importante comprender que la tristeza y la melancolía son emociones transitorias, mientras que la depresión es un trastorno que requiere atención médica adecuada.
El tratamiento de la depresión es multifacético e individualizado, e incluye terapia psicológica, medicación y cambios en el estilo de vida. La actividad física regular, una alimentación saludable y el apoyo social son fundamentales para el manejo de la depresión. Brindar apoyo y comprensión a quienes sufren de depresión puede marcar una diferencia significativa en su recuperación.
Reconocer la diferencia entre estas emociones puede ayudar a buscar el tratamiento adecuado en caso de depresión. Durante la pandemia de COVID-19, la ansiedad y la depresión aumentaron globalmente según un informe de la OMS, debido al estrés sin precedentes causado por el aislamiento social y las preocupaciones económicas.